Noa llegará este martes 28 de febrero al Teatro Lope de Vega de Sevilla, donde presentará los temas de su último disco titulado 'Noápoles', estrenado el pasado marzo y en el que interpreta canciones napolitanas junto a músicos como Gil Dor, Zohar Fresco y el Solis String Quartet.
Además, hará una recopilación de sus grandes éxitos y compartirá escenario con el pianista sevillano Dorantes. Las entradas siguen a la venta en taquilla, por Internet en www.generaltickets.com/sevilla, y enwww.teatrolopedevega.org.
Achinoam Nini, Noa, es la más destacada artista israelí, tanto por sus conciertos como por sus grabaciones discográficas. Nacida en Tel-Aviv en 1969, vivió en Nueva York desde los dos años hasta que regresó a Israel a los 17.
Estudió música en el Rimon School, donde conoció a su compañero y colaborador Gil Dor. Juntos han escrito y realizado cuatro álbumes de enorme éxito en Israel, y otros cuatro álbumes internacionales, 'Noa', 'Calling', 'Blue Touches Blue', 'Now' y 'Genes & Jeans'.
Las mayores influencias de Noa vienen de cantautores de los años 60 como Paul Simon, Joni Mitchell o Leonard Cohen.
No defraudó. Noa volvió a la capital sevillana ofreciendo un concierto lleno de buena música y buen hacer. Su propuesta: un concierto de pequeño formato, en el teatro Lope de Vega, donde repasó algunos de sus trabajos más conocidos y se ganó el favor del público.
Noa: más que una cantante
La cantante israelí ofreció un repertorio amplio, donde se sucedían las canciones de sus álbumes más conocidos y versiones de temas propios de la tradición hebrea.
En todo momento, la cantante demostró que Noa no es sólo la cara femenina que conocemos, sino un grupo sólido de músicos brillantes que, en muchos casos, llegan a ser virtuosos de sus instrumentos. En esta ocasión le acompañaban Gil Dor (a la guitarra y haciendo los coros); Gadi Seri (realizando las distintas percusiones) y Gil Zohar (con el bajo, los teclados y el viento).
Durante las casi dos horas de función, Noa demostró también su maestría en el manejo de los instrumentos de percusión que toca, incluso, mientras canta.
Dorantes al piano
La aparición del músico lebrijano David Peña Dorantes sobre el escenario, marcó un momento de inflexión en el concierto. Éste interpretó una pieza propia en solitario para, más tarde, acompañar a la cantante en dos temas que Noa cantó en español.
Guión en español
La cantante pidió perdón al público por no manejar el idioma todo lo bien que le gustaría, razón por la que, entre canción y canción, fue leyendo unos textos que había escrito para introducir cada una de las partes del concierto.
Así, los asistentes pudimos conocer sus raíces yemenitas, su permanente contacto con la cultura hebrea (a pesar de vivir su infancia en la ciudad de Nueva York) y algunos de los nuevos temas de su último álbum.
Todo esto hizo que el público se implicara en el desarrollo del espectáculo y que, a pesar de que al principio no se atrevía a seguir la invitación de participar activamente en el concierto; al final se entregó haciendo la segunda voz de su tema "Shalom Shalom" (voz que significa paz en hebreo), tema que cerró el concierto.
Una mujer brillante y sencilla
Noa se entregó al concierto desde los primeros compases. Así fueron muchos los guiños que la cantante hizo a la ciudad, a los asistentes y a sus conocidos en la capital sevillana. Tal parecía la comodidad de la cantante en el escenario que, aunque en un cambio de vestuario se había puesto tacones (al principio iba descalza), para interpretar los bises del concierto se volvió a despojar de ellos explicando: "Serán muy bonitos, pero no estoy cómoda".
Al final, el patio de butacas (que estaba lleno) se puso en pie, aplaudiendo durante varios minutos y dedicándole uno de esos compases de jaleo que tan propios son del público hispalense, cuando queda satisfecho con lo que ha visto.
En resumen: un concierto vibrante, bien interpretado, de personas que disfrutan con la música y haciendo partícipes a quienes lo presencia. Toda una clase magistral de música que debía contar con funciones para los escolares; pues en pocas ocasiones se encuentra una música tan bella con un mensaje más universal.
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